Hola amig@s, ya estoy aquí de nuevo para compartir la energía del invierno desde lo más profundo de mi corazón.
Este otoño ha sido un tiempo muy turbulento a todos los niveles, desde las turbulencias solares, geomagnéticas, afectando hasta la esfera más mundana de la sociedad, economía, política, guerras, refugiados y ...más y más desamor.
Aprovechemos este tiempo del año que invita al recogimiento para descubrir que la paz interior mora dentro de cada uno y desde ese lugar podremos restaurar la paz en el exterior.
El solsticio de invierno es uno de los más grandes momentos de celebración en el año por todas las culturas y desde la más remota antigüedad. Momento especial del ciclo anual, incluso durante el periodo neolítico, muestra de ello encontramos Stonehenge (en Gran Bretaña) y Nueva Grange (Irlanda), cuidadosamente alineados sobre una línea de vista que apunta a la salida del sol del solsticio de invierno (Nueva Grange) y la puesta del sol del solsticio de invierno (Stonehenge).
En la cultura celta, el solsticio de invierno recibe el nombre de Yule. El Yule designa el momento en que la rueda del año está en su momento más bajo, de menos luz y preparada para subir de nuevo.
En Escandinavia existía la tradición de celebrar el Yule con bailes y fiestas.
Durante la festividad de Yule era tradicional quemar el tronco de Yule, en honor al nacimiento del nuevo sol.
Los bosques sagrados servían como templo a los germanos.
Para los galos, la encina era un árbol sagrado sobre el que los druidas, recogían el muérdago siguiendo un ritual sagrado.
Esta tradición, heredada a través de los siglos, sirvió de inspiración para el actual árbol de Navidad.
Las interpretaciones que las diversas culturas dan al solsticio son variadas.
La mayor parte de Asia oriental, las culturas definen las estaciones en términos de energía solar, con Dong Zhi en el solsticio de invierno como el medio o invierno «extremo». Algunos festivales de pleno invierno se han producido de acuerdo con los calendarios lunares, como la noche del Hōku hawaiano.
Y para muchos países europeos las celebraciones de la noche del 24 de diciembre considerado como el solsticio de invierno desde la creación del calendario juliano.
En el Talmud judío, Teḳufat Tevet, es la estación del solsticio de invierno, se registra como el primer día del «paso de tiempo» o la temporada de invierno.
Basado en el solsticio de invierno, se ha celebrado por distintas culturas el renacimiento del año en lo que se refiere a la vida-muerte-renacimiento de las deidades o nuevos comienzos, como en la fiesta escocesa de Hogmanay, una tradición de Año Nuevo de limpieza.
Festival DōngZhì, Festival Tōji
El Festival del Solsticio de Invierno es uno de los más importantes festivales celebrados por los chinos y otros asiáticos orientales durante el plazo del dongzhi solar o alrededor de 21 de diciembre cuando el sol es más débil y la luz del día más corta. Los orígenes de este festival se remonta al yin y el yang, la filosofía el equilibrio y la armonía en el cosmos. Después de esta celebración, habrá días con más horas de luz natural y, por tanto, un aumento de la energía positiva que fluye.
(Fuente: Wikipedia)
Te invito a escuchar la canalización realizada para este periodo de año, como siempre te invito a relajarte y disfrutar cómodamente estos minutos en meditación.
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En amor y servicio
Montserrat