realizada por Montserrat Tello el día 20 de mayo de 2012
En el transitar de la Tierra por el universo, van sucediendo una serie de sincronicidades, una serie de alineaciones con otros seres celestes que van influenciando energéticamente al ser que es el planeta Tierra y a todos los seres que habitan sobre su superficie y en su profundidad. Es tiempo de cambio, de transformaciones profundas en el planeta.
Se irán presentando fenómenos meteorológicos que serán visibles a los ojos de todos los humanos. De este modo los escépticos, los carentes de fe y de conexión con el espíritu, irán viendo de manera palpable que los cambios están en el presente, irán entendiendo sobre las leyes superiores, irán dándose cuenta que las leyes del humano están muy por debajo de la libertad de movimiento que existe en el universo.
Cuando hablamos de libertad de movimiento no hablamos de movimiento al azar. Todos son movimientos sincrónicos, movimientos precisos que en absoluto dependen de los seres que habitan el planeta. No importa la maquinaria, la tecnología que el humano pueda desarrollar; no importa su poder mental, estos poderes están a años luz de las fuerzas del universo.
El proceso de desarrollo en el que se encuentra el planeta sigue su curso y la humanidad caminará por ese curso. Van a importar poco las malas intenciones, los malos pensamientos, las energías oscuras. Ahora es tiempo de luz para toda la galaxia. Ahora es tiempo de un florecer, de un alba nueva que en nada va a depender de las pequeñas voluntades que caminan sobre unas patas.
Ha llegado el tiempo de que el ser humano se encuentre cara a cara con la luz. Es tiempo para el ser humano de conectarse nuevamente con la luz, para empezar de nuevo el regreso hacia la luz, y esto así tiene que suceder. Este es un gran ciclo, no es un ciclo pequeño, es un ciclo grande, es un ciclo largo en el cual todos estamos involucrados. No hay nadie que quede fuera de las influencias de este gran ciclo.
Nosotros desde aquí estamos a la espera de grandes acontecimientos. Todo lo que sucede en la Tierra se proyecta hacia todo el universo, y como energía que somos sentimos los efectos y participamos en la gran fiesta que se prepara para el planeta Tierra. La fuerza de la luz irá disolviendo la sombra; hasta el lugar más recóndito quedará expuesto a la luz.
En un día de tanta oscuridad como el día de hoy, es que la luz cobra más fuerza, la luz interior de cada uno de los seres humanos. Cada alma encarnada que recibe esta energía de oscuridad tiene la oportunidad de descubrir la inmensa luz que habita en su interior más profundo. Son acontecimientos importantes para la humanidad. Son energías que darán su fruto en un plazo de tiempo no muy largo.
El ser humano cada vez se encuentra más cerca de la verdad, de la verdad única, y esa verdad se va manifestando en los seres humanos que se conectan con la luz. En el momento en que encienden su luz interior y adoptan el camino de la luz, es que la tierra se ilumina un poco más, y así poco a poco se va expandiendo la luz, y cada vez serán más los seres humanos que estén conectados directamente a la luz y la irradien al exterior. Todos son como pequeños peones en el tablero, cada uno va defendiendo su pequeño territorio irradiando luz.
Es importante en este tiempo activar el ojo interior, la central de mando. El ojo que ve 360º es muy importante para el ser humano en este tiempo, para poder ampliar su visión y su percepción extrasensorial. En el momento en el que el ser humano activa el ojo interior, automáticamente sale de los patrones de creencias, sale de la cárcel de la mente, y se expande al universo de manera total conectándose con los distintos niveles dimensionales. Es importante poner atención ahora, más que en los pensamientos, en el centro de la cabeza, en la sede del alma. Es importante que el ser humano tome asiento en ese lugar y comience a manejar su vida desde ese lugar para poder así moverse 360º, hacia arriba y hacia abajo sin límites. Los límites están marcados por la mente. Es el sol, es la energía que procederá del exterior que va a ayudar a romper esas barreras. Este es el trabajo más arduo que le queda al ser humano. En el momento en el que sus barreras y sus limitaciones quedan derribadas, es muy sencillo descender al centro cardiaco y libremente poder experimentar el amor, el amor libre, el amor sin condiciones. En el corazón no hay barreras, las barreras siempre vienen marcadas por la mente.
Ahora es tiempo. El planeta está en este tiempo pasando por el proceso de romper todas esas barreras; todas las religiones, creencias históricas, para los nuevos tiempos de luz ya son como prehistóricas, son sumamente arcaicas, y de esto es de lo que el planeta Tierra se está disolviendo, se está liberando, para poder seguir su camino de expansión hacia la luz.
Es impensable en este proceso presente, hacer trabajo relacionado con el corazón y con el amor universal. Es imposible para el ser humano de mente cuadrada experimentar la compasión por sus hermanos. Es necesario primero romper los barrotes en los que se encuentra metida su cabeza. Es importante, es necesario y es prioritario poder expandir la visión. La visión es interior, todo lo que hay que ver de forma ilimitada está dentro y se ve desde dentro. No es necesario que el ser humano quede ciego, quede cegado por la luz para que despierte su visión interior. Sería lamentable que hubiera que llegar a estos límites para que el ser humano revirtiera su visión hacia el interior; tener que quemar sus ojos físicos para producir la ceguera a la ignorancia. Esos ojos físicos humanos son los que mantienen dormida la conciencia, son los responsables de que el ser humano permanezca en su cárcel y permanezca ciego y sordo y esté prácticamente inutilizado e inservible.
El ser humano tiene la oportunidad de abrir la visión interior y la audición interior de manera consciente, de manera pacífica y sana para su cuerpo físico y para su cuerpo mental. La energía procedente del exterior cada vez será más poderosa, cada vez será más pura y los ojos físicos tendrán que estar preparados para poder integrar esta energía en su retina. Para ello el ser humano necesita un proceso de adaptación y acomodación que puede hacer de manera voluntaria. No habrá otras posibilidades. Como ya hemos dicho, estos son movimientos de expansión controlados por el universo. Son movimientos que forman parte de un gran ciclo que está muy lejos de la pequeña voluntad humana.
El humano sabe y recuerda en su interior cual es el plan. Solamente tiene que dirigirse al interior, ver y escuchar y todo le será revelado. Es un proceso de recordar. El alma ya hizo el camino de ida, ahora sólo queda prepararse para el camino de regreso. Es un tiempo de alegría y de celebración, y poco a poco cada vez serán más los seres que vayan conectándose a la luz y que sirva de ejemplo para otros dentro de su entorno circundante, que tomarán ejemplo y a través del ejemplo se irán encendiendo. Es un tiempo de celebración espiritual, donde regresará la luz.
Aquí terminamos.
A tu servicio
Montserrat Tello