Canalizado en Albany, Nueva Zelanda
por Montserrat Tello el dia 21 de Diciembre de 2012
El Maestro Moria habla ahora para decirles que es tiempo de verdad y justicia divina para toda la humanidad y para el plan cósmico. Ahora la luz brillará intensamente; cada vez será más intensa y llegará a todos los rincones donde todavía no se puede ver, donde todavía no se puede oír la sinfonía del universo.
En este proceso de alumbramiento lo único que comienza a suceder es que el ser humano vuelve a recordar lo más simple. El camino ahora desde los planos espirituales será más fácil para aquellas personas que están conectadas a la esencia de manera consciente, para aquellas personas que desean recordar voluntariamente, para aquellos que recuerdan y no recuerdan y desean recordar, para los que tienen fe en el paraíso.
Poco a poco la luz poderosa del centro de la galaxia se irá esparciendo como una gran plaga, imparable, y tocará todas las almas, todas las mentes y los corazones de la humanidad. La luz solar no es selectiva, es una conciencia universal dentro del universo en el que habitamos todos.
En el tiempo real comienza el no tiempo; cada vez más personas podrán experimentarlo en su vida cotidiana, en sus labores diarias. Lo único que no cambia por el momento son los ritmos internos. Es importante sintonizarse con los ritmos internos de la tierra y con los ritmos de los planetas y cuerpos celestes que la rodean. En la expansión de la luz se podrá percibir más claramente la presencia de los cuerpos celestes vecinos al planeta y dentro de la galaxia; será de gran ayuda conocer y comprender cual es el papel de cada uno de ellos sobre la vida humana.
En este tiempo y en este proceso, el se humano se irá dando cuenta de quién es su verdadera familia, de cuál es su verdadero hogar, de cuál es su trabajo, de quién son sus vecinos más cercanos. Este es el primer paso para comprender la amplitud de la galaxia y poder estar familiarizados con la multi-dimensionalidad. Este es un proceso de expansión, de recepción de luz pura; luz procedente de la conciencia de la galaxia. El ser humano irá comprendiendo porqué las estructuras instauradas como familias se están disolviendo. Todo lo vinculado a la materia y a la forma está por finalizar.
Cada persona de manera individual y dentro de la pantalla interna, deberá recrear las imágenes de disolución de las estructuras y de las formas de los arquetipos, y en definitiva, de todo lo que conoce ahora y forma su realidad y su verdad. Esas imágenes recreadas en la pantalla interna tantas y tantas veces como cada uno necesite, deben ser simplemente transformadas en luz.
No hay nada en el universo que se destruya y desaparezca, son meras transformaciones. Desde el corazón en cada uno de los seres se puede recrear el paraíso, se puede recordar el no tiempo y se puede co-crear la nueva realidad, sintiendo como la visión se expande 360º en todas las direcciones.
En este proceso de grandes cambios, cada persona debe hacer estos movimientos adentro, recreando imágenes en la pantalla interior.
Recordar los pensamientos del pasado no sirve de nada. Es importante realizar este movimiento interno en la pantalla interior, visualizando el proceso de metamorfosis, concluyendo con la visión de la luz. En este momento no es tiempo de persuasiones, la luz llega al planeta y a la humanidad, a todos los reinos que cohabitan de forma incondicional.
El recordar es algo inevitable, es algo que irá sucediendo poco a poco, en un plazo corto de tiempo. Todo será más rápido de lo que cualquier mente humana pueda imaginar, no se necesitarán cientos de años para que el planeta entero recuerde.
Durante el proceso de recordar todos los seres humanos deben continuar caminando. No se pueden detener a esperar que llegue la luz, de lo contrario les podría dañar. La luz ha de recibirse en movimiento; el movimiento es más interno que externo, pero también es externo.
En este tiempo la humanidad estará cada vez más difícil; a simple vista se percibirá separación, ruptura y disolución.
Las almas conectadas con la luz son las que deben ayudar a comprender a las personas que les rodean que esto es necesario para establecer el nuevo orden y la nueva forma de vivir. No hay nada que suceda que sea negativo, el movimiento ahora es hacia la unidad, hacia el centro. Ahora ya no es posible la huida de la luz.
No confíen en lo que vean sus ojos, no confíen en la interpretación que haga su mente de lo que estén viviendo; cuando eso suceda cierren los ojos y entren en la oscuridad de su ser, inmediatamente podrán ver la luz brillar dentro de cada uno. Esta es la forma más rápida para transformar cualquier impresión negativa en luz, entren en la oscuridad para ver la luz. Lo que sucede en el exterior es simplemente un reflejo de lo que sucede dentro de cada ser.
Viajen adentro, a la oscuridad más profunda, y verán la luz inmediatamente con su visión interior y reinará la paz. Desde ese estado y desde ese lugar y esa visión adentro, expandan esa gran luz, una luz que no tiene tamaño, que no tiene palabras...Expandan, irradien hasta el infinito y estén en paz. Sientan la confianza que les produce ver la luz adentro, y en silencio y soledad irradien.
Repitan esto tantas veces como necesiten y simplemente estén abiertos a recordar.
La luz es una fuerza inteligente. En este proceso todo debe simplificarse; confíen en la luz inteligente, no interfieran desde sus campos mentales a esta luz, pues seguirían en el sufrimiento que genera la materia.
Esto es todo por hoy.
©Montserrat Tello