Canalización realizada en Nueva Zelanda, sobre una ciudad intra-terrena
por Montserrat Tello el dia 12 de Diciembre de 2012
Es el comienzo de la caída del velo espeso y tupido que cubre el planeta. Lo que se esperaba tanto tiempo que descendiera a la tierra ya ha descendido. Las puertas para que descienda la luz ya han comenzado a abrirse. Poco a poco la confusión irá creciendo en el ser humano debido a la afluencia de luz. La visión será cada vez más clara y más consistente; este es un comienzo real en la realidad que los seres humanos viven, tocan y sienten.
Para todos, sin excepción, en la medida en que la luz va llegando a todos los rincones donde se proyectan las sombras, las responsabilidades crecen en el interior. La luz clara ayuda a la visión clara; en la visión clara la mente se confundirá y se aturdirá, y en un principio no sabrá como manejar esto. Solamente los seres humanos conscientes de las vidas paralelas serán capaces de manejarse rápidamente dentro de sus cabezas y de sus cuerpos físicos sin ningún tipo de alteración, conservando el equilibrio.
Los portales de luz que siempre estuvieron funcionando, que en todos los tiempos permanecieron abiertos a la luz funcionando a bajo caudal, ahora toman el espacio necesario y suficiente para recibir tanta luz como se necesite en el entorno y en cualquier otro lugar del planeta.
La gran malla de luz ya se está formando de manera consistente. Hay grandes tejedores de luz con este gran propósito enfocados en ello en el día de hoy; día importante para el planeta y para todos sus habitantes.
No importa el lugar que cada uno ocupe en este momento; todo está conectado absolutamente a lo largo y ancho del planeta. La luz por fin se instala hoy y es una realidad palpable latiendo en la tierra.
Para darse cuenta de esto solamente tienen que cerrar sus ojos y mirar dentro de si mismos; podrán percibir más brillo y más intensidad en la luz interior.
Para todos aquellos seres sensibles a sus sentimientos y al amor, podrán percibir que su corazón ya puede vibrar en una octava superior, que su corazón se ha engrandecido y está ocupando un espacio más amplio dentro de su pecho.
Son cosas muy simples las que de ahora en adelante tendrá que hacer el ser humano; es tan sencillo como cerrar los ojos y mirar dentro de si mismo, descender la mirada al centro del pecho y automáticamente la mente se ralentiza.
En estos lugares de luz, donde siempre habitó la luz, donde habitan seres de luz, seres sensiblemente conectados a la luz, ustedes puedes conectarse tantas veces como necesiten. Es tiempo de vivir en la luz.
Aquí terminamos.
©Montserrat Tello
©Montserrat Tello
